Hay recintos en los que por seguridad el acceso debe estar restringido a personas no autorizadas. De la vigilancia física se ha pasado, gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías, a los sistemas de control de accesos mediante aparatos electrónicos.
Hay diferentes maneras de autentificar el permiso de una persona para acceder a un área determinada. El más habitual era mediante un teclado, ya se está generalizando otro tipo de sistemas mediante tags de proximidad o incluso variables biométricas, más fiables que otros sistemas.
Existen dos grandes grupos de sistemas de control de accesos:
- Sistemas autónomos: sirven apara controlar uno o varios accesos, no están conectados a un pc, de manera que no hay un registro de actividad. Son los más sencillos.
- Sistemas de acceso en red: en este caso sí están interconectados con un pc que, mediante un software específico, llevan un control y registro de las entradas y salidas con datos como fechas, horarios, etc.
Beneficios del control de accesos
El control de accesos es una poderosa arma de seguridad, no es su única ventaja. En espacios donde el paso de personas debe estar limitado, sirve de barrera para evitar accesos no autorizados, ejemplo en áreas sensibles de hospitales o centros docentes.
Permite, además, controlar las entradas y salidas del personal autorizado, de manera que se pueden registrar horarios y su relación con la productividad, por ejemplo, en salidas autorizadas para desayunos o comidas.
Y no solo en el ámbito peatonal, hay que tener en cuenta que los controles de accesos se pueden instalar en lugares donde es posible entrar mediante vehículo privado, como, por ejemplo en aparcamientos de personal de empresas o entidades públicas.
Todavía hay que tener en cuenta una utilidad muy particular de los sistemas de control de accesos. Es en aquellos lugares de gran afluencia de público. Un sistema de este tipo permite controlar el número de personas que entran al recinto, de modo que cabe la posibilidad de que el sistema se bloquee cuando se ha llegado al número máximo de ocupantes y no se desbloquee hasta que no haya sitio libre.
Todas estas ventajas han hecho que los sistemas de control de accesos estén cada vez más presentes en todo tipo de sitios, desde empresas a edificios públicos, centros deportivos, lugares donde se celebran eventos, etc. En forma de tornos, de barreras, de puertas abatibles, mediante lectores de tarjeta, de huella o incluso del iris, los sistemas para controlar entradas y salidas se han convertido en imprescindibles.
Y no hay que olvidar que, aunque ofrecen muchas ventajas para las empresas y entidades que los instalan en cuestiones económicas y de seguridad, también las tienen para las personas en general, que, por ejemplo, no podrán entrar por descuido en una zona que pueda ser peligrosa.
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